Enagás avisa: la demanda de gas se disparará hasta un 25,5% mientras cierra el gasoducto del Magreb
Pedro Sánchez insiste en afirmar que el suministro de gas natural para la calefacción está garantizado este invierno. Pero las cifras de Enagás y los datos oficiales sobre la evolución de la demanda no confirman esa afirmación. La punta de demanda en el invierno 2020-2021 fue de 1.621 GWh/día. La punta de demanda prevista para la nueva temporada de frío 2021-2022 escalará hasta una horquilla entre los 1.980 y los 2035 GWh/día.
Y eso significa que se dará un incremento de entre el 22,1% y el 25,5%. Todo ello, mientras que Sánchez ya ha recibido la estimación oficial de que el corte del tubo de Argelia que pasa por Marruecos, sumado al resto de descensos en las interconexiones, provocará una llegada a España de un 35% menos de gas este invierno por medio de los gasoductos.
Negación de los peligros. Una vez más. Como ya hizo Sánchez con el coronavirus. Como ya hizo con el precio de la luz. Como ya hizo con la negativa a ayudar a las empresas durante el Covid. Y como ya hizo su predecesor socialista José Luis Rodríguez Zapatero en la crisis subprime en 2008. Una negativa de los peligros que ahora se traslada al gas.
Sánchez no deja de afirmar que el suministro de gas natural para calefacciones este invierno está garantizado. Y lo cierto es que dependerá de lo fría que sea esa etapa. Porque el sistema no está preparado para una caída de las importaciones de gas y ya se están produciendo.
La amenaza de falta de suministro de gas para este invierno va creciendo ante la escasez de esta energía por la falta de gas ruso y las incompletas reservas que tienen en este momento las comercializadoras. Hasta octubre, las gasistas tenían contratado para este invierno un 60% menos que hace un año en las conexiones internacionales de entrada a España. Así lo reflejan los datos de Enagás, el gestor del sistema, participada en un 5% por el Estado, que mantiene el 100% de la capacidad de almacenamiento dispuesto para cuando las empresas hagan las compras de gas. Pero esas compras no están llegando por la dificultad de acceder a gas y el hecho de que su precio se ha multiplicado por cinco con respecto al invierno pasado.
De acuerdo con los datos del gestor, a fecha 29 de septiembre, la capacidad contratada por las empresas de entrada de gas a España por las conexiones internacionales, los gasoductos de Marruecos y Argelia y los de Francia y Portugal, se encuentra bajo mínimos comparada con la del año pasado, lo que alimenta la amenaza de posibles cortes por las previsiones de frío.
En concreto, la capacidad disponible a esa fecha era de 290 GWh/día y la contratada -que se alcanzará a partir de octubre- de 479 GWh/día, según Enagás. La cifra disponible a cierre de septiembre es por tanto inferior en un 60% a la contratada en la misma fecha de 2020: 732 GWh/día. A esto hay que añadir el cierre del gasoducto del Magreb a partir de este domingo.
Y los problemas no vienen sólo desde Argelia.
La escasez de gas ya contratado por las comercializadoras a cierre de septiembre, se une a los problemas de suministro de gas a Europa, especialmente, en el tubo procedente de Rusia a través del gasoducto Nord Stream. Un informe de Bank of America ha alertado ya de que en estos momentos la capacidad de almacenamiento de gas en Europa está 15 puntos por debajo de lo normal para esta época del año y que el plan de Gazprom de distribuir el 50% de la capacidad del gasoducto que va a Europa a partir del cuarto trimestre del año «sólo aliviaría la mitad de las necesidades» del continente.
Un panorama inestable en el que Sánchez ha decidido volver a lanzar a la población una falsa seguridad. Porque los cortes se suman a un incremento previsto de la demanda, algo que puede tensionar el sistema hasta provocar la materialización de cortes de suministro.